Article number: | SP-FS-3110p |
En Su gran Misericordia, Dios ha provisto un remedio para la condición pecaminosa de la humanidad caída. Pero, primero, cada persona debe reconocer y reconocer que es un pecador por nacimiento y por hecho. El SEÑOR Jesucristo brinda alivio a cada alma penitente, aliviándole los pensamientos dolorosos del Juicio y la Condena de Dios, liberándolo de la carga de sus pecados y culpa, y aliviándolo de su asombroso castigo en la Muerte y el Infierno. Este pequeño folleto está diseñado para guiar a los pecadores a la fuente de sanación para su problema de pecado.