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Dios es un Dios demostrativo, y Él ha ordenado a sus hijos que lo adoren de manera demostrativa. Cuando Dios está derramando Su Espíritu que se mueve, energiza, vitaliza y fortalece a su pueblo, hay un gran efecto demostrativo.
En este estudio, las Escrituras presentan al creyente las demostraciones básicas del Espíritu. Además, se dan cuatro ejemplos de líderes del Antiguo Testamento que hicieron demostraciones físicas y públicas de su temor reverencial y respeto por el Señor. Siguen ejemplos para demostrar que las personas sinceras siempre han obedecido los mandatos de Dios para demostrar en el Espíritu. En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo fue un ejemplo de un predicador demostrativo, como lo fue Jesús, quien bailó en el Espíritu.